En que anda Claudio Marangoni?
Si lo viste jugar cuando aparece en alguna foto, imagen o mención, te sale instintivo el "que jugador por favor". Claudio Marangoni llegó de grande a Boca, luego de una negociación larga con el viejo Iso que pedía en cada reunión más plata por su pase o quería un trueque con Comitas o directamente lo declaraba intransferible. Los Rojos se sintieron traicionados cuando pidió expresamente en medio de una reunión de la CD que lo vendan a Boca sí o sí. Y lo putearon siempre. Ellos, los del paladar negro. Así los castigó el Destino. Tuvieron cada burro desde esa época. En fin... problema de ellos.
En Boca marcó presencia de entrada, elegancia, toque, pegada, rigurosidad para defender. Aquel equipo de Pastoriza perdió el campeonato dejando una fea imagen en el final pero él siguió siendo líder y se consagró con la Supercopa ganada en la Doble Visera. Tras una dolorosa derrota en el Monumental, en septiembre de 1990, el Cai Aimar decidió prescindir de sus servicios y solo jugó el rato que duró el luctuoso partido contra San Lorenzo, donde los cuervos asesinaron a Saturnino Cabrera, socio e hincha en la socios sur. Parecía que volvía con el Maestro Tabárez pero prefirió el retiro.
Hoy podría dar cátedra en esos programas de analistas convertidos en comediantes de stamd up pero prefirió el perfil bajo y dedicarse a la docencia en sus escuelas de fútbol. Con actuales sedes en Parque Las Heras, San Isidro, Paraná, Santa Fe y algunos colegios y countrys de zona norte del GBA fueron pioneras en el país, donde tras su éxito cualquier pelagatos con 20 partidos en primera abría una para lucrar y luego borrarse si no tenía muchos pibes pateando. Claudio Oscar Marangoni, un crack que hace honor a cada letra de esa palabra que ahora la recibe cualquier cristiano que acierta un cambio de frente.