En que anda el Huevo Toresani?
El desafío para Julio César Toresani era múltiple cuando aceptó la oferta para ser jugador de Boca. Dejar atrás su pasado riverplatense (1992-1995) y principalmente su duelo inolvidable con Diego en la tarde de su regreso. Sin embargo, con mucho sacrificio y perfil bajo, el Huevo se ganó a la gente con el doble mérito de haberlo hecho en la nefasta temporada 1996/1997 donde Macri y Bilardo tiraron por la ventana decenas de millones de dólares en jugadores que salvo Abbondanzieri, Cagna y el homenajeado en este post no reportaron réditos futbolísticos. Tuvo diferencias con el Bambino Veira que se profundizaron con la negativa de viajar a Santiago de Chile a enfrentar a Colo-Colo por la Supercopa y más allá del gol valiosísimo en el Monumental del 2-1 del 25/10/97, su suerte estaba echada y partió a Independiente durante el verano siguiente.
Hoy el Huevo salta de país en país sudamericano con una carrera de entrenador que no puede afirmar (su último club fue Real Potosí de Bolivia algunos meses del año pasado). Sin embargo, su lucha contra esa enfermedad diabólica fue un ejemplo de vida y, como vulgarmente se dice, su mejor triunfo.