¿En que anda el Tata Alvaro González?
Lo primero que sorprendió en su arribo al club, en julio de 2007, fue romper con 11 años sin contrataciones uruguayas desde la llegada de Gabriel Cedrés y Hugo Guerra en el descontrolado libro de pases de agosto de 1996. Nunca se supo si fue una guerra entre el macrismo y Paco Casal (el representante que manejaba por entonces el 99% de los futbolistas de aquel país), más allá que seis meses antes había firmado a préstamo Sergio Orteman pero el pelado se había alejado del fútbol de su país al iniciarse como profesional y para el imaginario popular era más paraguayo que oriental.
La cuestión fue que Alvaro González venía con la intención de reforzar al equipo campeón de América sin Román. Sus características eran mucho ida y vuelta por derecha, generosidad, polifuncionalidad, experiencia de varios años en la primera de Defensor Sporting y promisorio futuro de selección. Al Tata siempre le costó ganarse un lugar entre Pablo Ledesma, Ever Banega, Seba Battaglia, Fabián Vargas, Neri Cardozo, Leandro Gracián y Jesús Dátolo, entre otros, pese a ser titular de los dos partidos del Mundial de Clubes frente a Etoile du Sahel y Milan. Se fue Russo, llegó Ischia, quien en el primer semestre de 2008 lo respaldó como titular, situación que cambió notoriamente en la segunda parte del año donde fue un jugador de recambio en el equipo campeón del Apertura, cosa que se prolongó durante 2009 hasta que a mitad de año, formó parte de una mini limpieza de plantel y firmó con Nacional de Montevideo. Su rendimiento nunca pasó el "cumple, pero no es nada del otro mundo".
Su carrera creció notablemente en los años siguientes. Tuvo activa participación en el lustro exitoso de la Celeste del Maestro Tabárez, se afianzó como valor importante en el Calcio italiano defendiendo la camiseta de Lazio cuatro temporadas, prosiguió por Torino y por último recaló en Atlas de Guadalajara para cerrar su periplo por el extranjero.
Regresó a su patria en febrero para defender la tricolor de Nacional. Hasta ahora disputó los dos partidos de los bolsos en la Libertadores y solo 21 minutos por el torneo local. Alvaro Tata González, otro ejemplo de un paso tibio por Boca que explota en otras latitudes.